29 nov 2011

Un pasado muy presente

"Un parque temático", "Un museo", "Parece que estás en Francia"... estas son algunas de las referencias que a lo largo del país había recogido a mi paso con otros viajeros. La tónica se repetía y la mayoría coincidían en sus opiniones cuando les preguntaba acerca de la ciudad de Luang Prabang. Un punto de vista generalizado que se cumplió nada más llegar.

Conocida como 'destino del buen gusto' esta encantadora ciudad de provincia se presenta al viajero como una burbuja que actúa como bálsamo reparador. Un compendio de encantos invadido literalmente por el turismo y no precisamente de bajo presupuesto, a diferencia del resto del país. Un hecho que no sorprende si tenemos en cuenta su innegable atractivo salpicado de detalles marcados por las tradiciones y la belleza artística hasta rozar el Síndrome de Stendhal.

 Foto: Danuta-Assia Othman

A pesar de que la época colonial hace décadas que dejó de acompañar a Luang Prabang bajo un estatus de protectorado, la huella francesa perdura y se expande más allá de su arquitectura refinada y su exquisita gastronomía. Y es que el centro histórico de esta pequeña península rodeada por el Mekong y el Nam Khan aparece totalmente engullida por un nuevo colonialismo que sucede con creces a sus antecesores bajo el antifaz del turismo.

Adentrarse por sus callejuelas invita a empaparse de unos exteriores que destilan el sabor afrancesado del savoir faire. Tan sólo el azafrán de las túnicas que se asoman aquí y allá nos recuerdan que estamos en una ciudad asiática. Bajo un programa de restauración y protección como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, la ciudad hace gala de un carácter epicúreo entregado a los placeres. El pulso del día a día discurre relajado entre bicicletas de paseo y mercados diurnos en una convivencia sin prisas. La baja densidad de población únicamente interrumpida durante la temporada alta, contribuye a configurar un ambiente calmado, idóneo para los amantes de un modo de vida reposado. Sus dimensiones de apenas 1 km de largo y 500 m de ancho, facilitan su desplazamiento e incitan a descubrirla a golpe de pedal mientras que los alrededores testimonian el verdor de un enclave geográficamente privilegiado.

 Foto: Danuta-Assia Othman

"La ciudad de los templos budistas" empieza a perder posiciones frente al gigante de la oferta hotelera que discreta y sutilmente se hace acopio de villas centenarias y casas coloniales ahora restauradas y reconvertidas en restaurantes y hoteles puerta a puerta, mires por donde mires. El ambiente bohemio de esta apacible joya del Sudeste Asiático viene precedido por el aroma a baguettes recién hechas que desprenden sus cafés de aires parisinos. Por cierto, solamente frecuentados por falangs (extranjeros). Las terrazas a ambas orillas incitan a pasar las horas vespertinas en el placer de la lectura con las coloridas barcazas de popa larga que recorren silenciosamente el río como telón de fondo.

 Foto: Danuta-Assia Othman

Foto: Danuta-Assia Othman

Las crónicas recuerdan el intento fallido por convertir al país en una importante vía de suministro y comunicación fluvial gracias a la madre de todas las aguas, el Mekong. La jugada, sin embargo, viró hacia un expansionismo del nacionalismo francés que a juzgar por los resultados, continúa a día de hoy. Pasen y vean.



8 comentarios:

Anónimo dijo...

No paras! O mejor dicho: no pares! Qué siga la avntura... Mucha suerte

Danuta-Assia Othman dijo...

muchas gracias!!! eso intentaré!! jejeje

Anónimo dijo...

Qué riqueza léxica, qué metáforas, qué estilazo narrativo...quiero leer más sobre tus aventuras.
Laos es la-hostia! Tenía que decirlo...
FUERZA!!!!!
Siui ;)

Danuta-Assia Othman dijo...

jajajaja, y yo quiero que me leas! mil gracias Siui!!! :D

Anónimo dijo...

que paysages mas guapos y que identidades mas interresantes,una pena que el colonianismo agresivo o pacifico va borando poco a poco los encantos de las idendidades...ET..

Danuta-Assia Othman dijo...

Tienes razón, una lástima! Tal vez vaya siendo hora de ponerle freno… es lo mejor que le podría pasar a Luang Prabang si quiere preservar algo de lo que era…

Anónimo dijo...

como dice el de los 30, todo esto es "nectar" y auténtico. Gracias por ser mis ojos

Danuta-Assia Othman dijo...

jajaja, muy néctar!!

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