20 feb 2012

Un alto en el camino

En un país moldeado a su antojo por una naturaleza sin parangón, la variedad de este tesoro despliega, para fortuna del viajero, una mezcla de exuberantes paisajes amén de una fauna extraordinaria. Una suerte de paraíso exótico que le confiere al territorio malayo su bien más preciado. No en vano, las tres cuartas partes de Malasia están compuestas por espacios verdes de los cuales, dos tercios son vírgenes. Una fascinante 'epidermis' dispuesta a sorprender hasta al más curtido en parajes naturales. La autenticidad de semejante entorno representa un reclamo más que justificado. Un lugar donde resulta inevitable experimentar una especial emoción. Y es que pocos lugares pueden rivalizar con los atributos naturales que ofrece la otrora Malaya.

El exotismo, pues, está garantizado. En este singular escaparate de exteriores nos encontramos ante un territorio de intenso sabor tropical. Muchos viajeros se acercan hasta aquí seducidos por unas costas bordeadas de playas que se completan por una densa cubierta boscosa para deleite de los más aventureros. Una salvaje macedonia de flora y fauna de lo más atractiva y sugerente, cuyo encanto se convierte en el protagonista indiscutible en este rincón del sudeste asiático.

Foto: Danuta-Assia Othman 

Foto: Danuta-Assia Othman

En una tierra dominada por el carácter selvático del trópico, aparece un escenario distinto, presto a llevar la contraria y asombrar a partes iguales. A tan sólo cuatro horas por carretera al norte de Kuala Lumpur, nos topamos ante un paraíso de tierras altas compuesto por un paisaje alpino único de picos azules, montículos verdes y brumosas plantaciones de té. Situado al noroeste del distrito de Pahang, Cameron Highlands se presenta como una pausa recomendable a las altas temperaturas que se extienden en el resto del país, gracias a una altura que puede alcanzar los 2.000 metros sobre el nivel del mar. Sus colinas suaves y fértiles laderas hicieron de esta cadena montañosa un destino vacacional creado por los ingleses en plena era colonial. Un pasado todavía palpable a razón de un legado arquitectónico capaz de transportarnos hasta la campiña británica.

Foto: Danuta-Assia Othman

Foto: Danuta-Assia Othman

Agroturismo, catas de té o senderismo son algunas de las 'excusas' para permanecer unos días apacibles donde disfrutar del atípico clima suave que goza durante todo el año. Las extraordinarias vistas de este decorado ondulado de verdes hectáreas conforman un panorama singular y, sin duda, fotogénico. Como dice el escritor José Saramago: "Las palabras nunca están a la altura de la grandeza del momento". Tal vez por ello, lo más recomendable es que experimenten por sí mismos una de las maravillas de Malasia. Un espectáculo a degustar, por cierto, con agradecimiento y respeto.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

por mi, tus palabras superan las fotos largamente,...ET.

Danuta-Assia Othman dijo...

jejeje, gracias! :)

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