En un primer momento, todo paisaje se presenta como un inmenso desorden que permite elegir libremente el sentido que prefiera dársele. Así, a las faldas de lo desconocido, me encontraba en el paso fronterizo de Huay Xai (Laos) cuando me dispuse a encaminar mis pasos hacia algún lugar de la siempre bella y enigmática 'Tierra del millón de elefantes'.
Opciones, como de costumbre, tantas como uno quiera y pueda. Siempre y cuando, claro, el viajero esté dispuesto a dejarse llevar por un tiempo desvirtuado fruto de caminos aletargados que dilatan cualquier distancia por pequeña que sea. Y todo ello, enfrascado en una angosta furgoneta de dudosa conducción y repleta hasta límites insospechados. Un espacio que, a pesar de sus reducidas dimensiones, surgen historias. Relatos construidos sobre rápidos apuntes, inspirados por la oralidad de los locales. Una experiencia que ningún trotamundos debería pasar por alto.
Foto: Danuta-Assia Othman
Así pues y sumida en el ejercicio de síntesis al que se deben los mapas, me dejé llevar motivada por la autenticidad de semejante entorno y su gente. Después de algunos consejos espontáneos de quienes pasaban por ahí, decidí viajar hasta un curioso lugar al que el estereotipo actual había dotado de diversidad etnográfica. Una pequeña población situada a tan solo diez kilómetros de la frontera china que, como en los paisajes exóticos de Henri Rousseau, sus seres alcanzan la dignidad de objetos, donde cada uno ofrece una significación particular. Un territorio patrimonio de una rica historia marcada por el contacto con chinos, tailandeses, birmanos y franceses. En definitiva, un lugar excepcional para observar la heterogeneidad étnica del país.
Foto: Danuta-Assia Othman
Decía en líneas anteriores que nos encontramos en un rincón del globo donde la dimensión temporal acontece en otros términos, otras latitudes que se mueven en una desaceleración constante. Como peaje en este viaje hacia tierras extrañas, tuve que hacer parada y transbordo 'no garantizado' en la provincia montañosa de Luang Namtha, meca del senderismo clásico y tradicional donde acostumbra a quedarse el grueso de los extranjeros. El día había avanzado lo suficiente como para que empezara a anochecer, un sol que comenzaría a descender rápidamente, anuncio de los momentos que seguirían. Una señal que sin duda no iba a resultar de gran ayuda si quería llegar esa misma noche al destino elegido.
Había llegado a la estación de autobuses, una terminal que lejos de aparentar lo que era, más bien parecía un páramo completamente olvidado, situado a las afueras de la ciudad. Las posibles ventanillas que proveían al público los asientos habían colgado el cartel de cerrado a juzgar por la ausencia del personal. Sin demasiada idea de qué hacer, intercambié como pude algunas palabras con los pocos locales que deambulaban ociosos por ahí. Tras un par de llamadas, un tipo me aseguró convencido que al poco tiempo partiría una camioneta hacia Müang Sing. Desde dónde y a qué hora eran dos cuestiones que todavía tendría que averiguar. Algo escéptica, acepté su propuesta sin la certeza de saber a dónde iba.
Continuará...
6 comentarios:
Qué intriga :) a donde te llevarán... no me perderé la segunda parte ;)
no estoy muy afficionado a las séries pero a esta creo que ya estoy desde septiembre 2011 y me gusta. Espero que continuara ....BESOS.....ET....
Próximamente se desvelará Egocast! ;) Gracias!! :D
Tetev eres mi mejor aficionado, te lo has ganado a pulso!! :D Besotes!
Qué intriga!!! Esperando la continuación...
Próximamente... jejeje ;)
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