Sentada en un café cualquiera en Bangkok tras una jornada recorriendo sus entrañas, surge la siguiente pregunta: ¿Hay vida artística más allá de Buda? La respuesta es afirmativa pero requiere esfuerzo y tiempo para lograr su hallazgo pues nos encontramos frente a un espectáculo disperso y a contracorriente.
Es innegable que la columna vertebral de la iconografía artística en Tailandia sigue teniendo un rostro teológico. No en vano, el país acopla en sus geografías centenares de templos, dominando así el paisaje artístico de una sociedad declarada en su mayoría budista. Sin embargo, el reino de Siam está experimentando una transformación irrefutable de los paradigmas del arte moderno. La capital permanece expectante ante la apertura constante de nuevas galerías.
Un novísimo escaparate que todavía se muestra cauto y focalizado en su metrópolis. Frente al desafío cultural, surge una floreciente generación de artistas que, cada vez más, se alejan de los motivos tradicionales asociados al budismo y al mundo rural. No obstante, la falta de una infraestructura nacional que apoye iniciativas de carácter local dificulta este camino. El último esfuerzo de origen institucional es el Centro Cultural de Arte de Bangkok, más conocido como BACC. Con apenas cuatro años en funcionamiento, el Guggenheim de Bangkok representa un mecanismo vital para la progresión de la cultura contemporánea del país. En pleno corazón comercial, este cilíndrico espacio de grandes alturas (acoge nueve plantas) supone un paso hacia delante y facilita el acceso del arte contemporáneo al público en general. Un lugar idóneo para saborear qué se cuece en el vibrante panorama artístico tailandés.
Explorando el clima artístico de la región, nos tropezamos con toda una prole de jóvenes artistas que están rompiendo las normas. Dispuestos a labrarse su propio camino representan el nuevo rostro de la sociedad moderna tailandesa. Corren nuevos tiempos. En este camino que ya cosecha aplausos en las bienales y trienales nos topamos con un colectivo artístico sorprendente. Se hacen llamar 'B.O.R.E.D' (Band of Radical Experiment Design). Toda una declaración de intenciones. Con un pie puesto en el décimo aniversario, este grupo formado por siete artistas multidisciplinares propone un nuevo concepto creativo a base de ideas frescas y nueva tecnología. Su campo de acción desfila desde la ilustración, el diseño gráfico hasta las instalaciones interactivas o las performances audiovisuales. Una nueva imagen artística que asume una gran variedad de medios de expresión en los que a menudo se mezclan tendencias internacionales.
Otros, como el emergente artista Chusak Srikwan rescatan el teatro de títeres de la región sureña para transmitir un mensaje vinculado a los tiempos modernos con un acento marcado en la política y la sociedad actual. Suspendidos en el aire, estos móviles objetos de arte se contonean frente al espectador y parecen cobrar vida.
Foto: Danuta-Assia Othman
Dos ejemplos a seguir por quienes se aventuren a dibujar el mapa artístico de una ciudad que se apresura vertiginosa a formar parte de un escenario que pronto, muy pronto, dará que hablar en el horizonte artístico internacional. Permanezcan atentos.
Explorando el clima artístico de la región, nos tropezamos con toda una prole de jóvenes artistas que están rompiendo las normas. Dispuestos a labrarse su propio camino representan el nuevo rostro de la sociedad moderna tailandesa. Corren nuevos tiempos. En este camino que ya cosecha aplausos en las bienales y trienales nos topamos con un colectivo artístico sorprendente. Se hacen llamar 'B.O.R.E.D' (Band of Radical Experiment Design). Toda una declaración de intenciones. Con un pie puesto en el décimo aniversario, este grupo formado por siete artistas multidisciplinares propone un nuevo concepto creativo a base de ideas frescas y nueva tecnología. Su campo de acción desfila desde la ilustración, el diseño gráfico hasta las instalaciones interactivas o las performances audiovisuales. Una nueva imagen artística que asume una gran variedad de medios de expresión en los que a menudo se mezclan tendencias internacionales.
Foto: Danuta-Assia Othman
Dos ejemplos a seguir por quienes se aventuren a dibujar el mapa artístico de una ciudad que se apresura vertiginosa a formar parte de un escenario que pronto, muy pronto, dará que hablar en el horizonte artístico internacional. Permanezcan atentos.
2 comentarios:
Me ha gustado que expongas la visión contemporánea del arte Tailandés. En una país con una herencia cultural tan potente es a veces dificil ver lo que ocurre hoy en día a nivel artístico. Enhorabuena.
Gracias! Cierto es que la herencia cultural ocupa un primer plano pero si escarbas un poco descubres todo una escena emergente muy interesante que seguro dará que hablar...
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